Los responsables del mítico Moulin Rouge en Paris (Francia) han decidido ampliar el edificio, dotándolo de nuevas actividades, y proyectarlo hacia el futuro.
El objetivo es construir una escuela de danza (con 5 salas de entrenamientos), una cafetería, un restaurante, un anfiteatro, un museo, dos tiendas de souvenirs y diferentes oficinas para administración. Además, el edificio resultante debe integrar al ya existente, tanto a nivel de fachada, como a nivel estructural.
Por supuesto, el edificio resultante debe mantener la mítica y particular iconografía que el MOULIN ROUGE ha mantenido en el transcurso del tiempo, desde su inauguración. Sin duda, el problema más complejo de resolver es el mantenimiento del molino existente, con una forma y un color muy característicos.
Con estas premisas, el arquitecto Luis de Garrido, junto con la arquitecta polaca Dorota Kesicka han realizado el proyecto del nuevo VERT MOULIN ROUGE para la ampliación sustentable del Moulin Rouge.
En la solución propuesta, y después de un cuidadoso análisis, se ha optado por la conservación del molino existente en la fachada principal ya que es un hito que debe mantenerse. El molino forma parte, sin duda, de la trama urbana de Paris.
Por ello, el proyecto plantea un ingenioso y simple juego de volúmenes en la fachada. Cuatro planos se yuxtaponen entre sí, dejando un espacio romboidal para colocar el molino. El plano más importante se ha orientado al sur con el fin de asegurar un adecuado comportamiento bioclimático del edificio (que se pueda refrescar en verano y calentarse en invierno de forma natural, proporcionando el máximo nivel posible de iluminación natural).
Pero sin duda, la característica más importante del edificio son los dos jardines verticales, y sobre todo, la innovadora red vegetal vertical.
Esta red vegetal, patentada por Luis de Garrido, tiene como finalidad proteger al edificio de la radiación solar directa y además dotarlo de atractivo formal. La red consta de un conjunto de cilindros huecos de polipropileno reciclado tensados, a modo de tela de araña, sobre la fachada principal. Los cilindros tienen un diámetro de 20 cm. y una longitud variable. Cada cilindro está compuesto por un conjunto de celdillas reticulares, para dejar espacio para las raíces de las plantas, y está forrado por un tejido compacto de yute. Dentro de cada cilindro se asegura el riego continuado de las plantas, así como el correspondiente desagüe. Todos los cilindros se sujetan por medio de una red de cables tensados, que pasan por su interior. De este modo, en cada cilindro crece un conjunto de plantas diferente, y el conjunto se muestra como una red “viva” vegetal.
www.luisdegarrido.com
martes, 29 de septiembre de 2009
VERT MOULIN ROUGE
Tags:
Arquitectura,
Francia
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